10 de Julio de 2009
El título puede ser contradictorio pero Berlín es, además de la capital de Alemania y
una bellísima ciudad, una de las capitales del arte de la antigüedad.
Decididos a escapar del ambiente taaan mediterráneo y caluroso de Atenas, nos hemos ido de vacaciones a un sitio más fresco.
Cada rincón de Berlín tiene historia y cuando no, es porque la propia historia -vía bombardeo- se ha encargado de ello.
El museo de arte antiguo tiene una de esas colecciones de infarto que sólo las grandes capitales coloniales poseen (Bueno, y Roma y Atenas también, pero esas no cuentan). Su pieza más famosa es esta vieja amiga de cutis impoluto y maquillaje eterno: Nefertiti.
No voy a agobiar relatando tooodo lo que tiene ahí, pero, por más que uno lo haya leído, lo del altar de Pérgamo y las puertas de Babilonia no tiene nombre, ni para bien ni para mal.
Alemania con la llegada del euro se ha convertido en un país asequible... luego va y pasa lo que pasa. Lo cierto es que se puede comprar y salir, e ir a restaurantes (modestos) sin sensación de atraco como en España y Grecia.
El mundo al revés.
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